Madrid ya tiene su primer espacio dedicado en exclusiva al estiramiento asistido. Se llama Estiro, está en plena calle Serrano y entra en el mercado del bienestar con una propuesta muy clara: sesiones uno a uno en las que un especialista mueve y estira tu cuerpo para liberar tensiones, ampliar rango articular y dejarte literalmente más ligero.
🧘 QUÉ SE HACE EN ESTIRO
El core del servicio son las sesiones individuales de 25 o 50 minutos. El cliente se tumba en la camilla y el especialista se encarga de guiar todos los movimientos. El resultado es inmediato:
- Ganas movilidad.
- Mejoras la postura.
- Descargas tensiones acumuladas.
- Previenes lesiones.
- Recuperas mejor tras entrenar o trabajar muchas horas sentado.
La experiencia se apoya en un equipo con formación en fisioterapia y técnicas de movimiento.
Alrededor de ese núcleo de estiramiento han añadido otros servicios: fisioterapia, recovery y fisioestética, todos alineados con la misma idea de cuidar el cuerpo de manera integral.
El espacio está pensado en formato boutique, con un punto premium que encaja con la ubicación.



🌍 LA TENDENCIA QUE VIENE DE ESTADOS UNIDOS
Lo que para Madrid suena nuevo, en Estados Unidos ya es una categoría en expansión masiva. StretchLab, integrada en el grupo Xponential Fitness, supera los 500 estudios abiertos y continúa creciendo en régimen de franquicia. StretchZone ya opera con más de 400 localizaciones. Ambas cadenas han convertido el estiramiento asistido en un servicio mainstream en ciudades como Miami, Nueva York o Los Ángeles.
El modelo ha demostrado tracción: sesiones cortas, resultados inmediatos y un producto diferenciado tanto del fitness tradicional como de la fisioterapia clásica.
ESTIRO COMO PIONERO EN ESPAÑA
La apuesta de Estiro es convertirse en la referencia de esta categoría en el mercado local. Detrás del proyecto están Juan Antonio Samaranch Bigelli y Álvaro Zala, con la idea de crear un estudio especializado que combine fisioterapia, actividad física y estética bajo una misma marca.
La clave: trasladar a Madrid una tendencia probada en Estados Unidos, pero con el toque de exclusividad que encaja en el barrio de Salamanca.